lunes, 14 de septiembre de 2009

Respetar a la pelota.

El respeto a la pelota se está esfumando. De a poco, el futbolista la está tratando cada vez peor, la golpea fuerte casi como obligándola a no tener rumbo, la desprestigia sacándosela de encima, la maltrata haciéndole lo que menos le gusta, andar por el aire, o mucho peor, en las tribunas.

Ella se siente impotente por dentro porque al no tener una movilidad propia no sabe qué hacer, tampoco puede expresarse porque no tiene ni voz ni voto, lo que sí, desde los escalones de la popular se la ve triste. Se nota a la legua que le falta algo, o alguien, que le vuelva a entregar ese placer de rodar por el piso de la mano de su amigo criterio. Amigo que esporádicamente aparece ayudado por esos pocos que mantienen la esperanza de volver al respeto generalizado por ella, la que más sufre todo esto, porque al fin y al cabo las lágrimas de sus amantes son solo detalles.

Si buscan respuesta a preguntas como "¿quién la sigue respetando?", "¿dónde están los ingenuos que siguen con esta utopía?". ¡Acá estamos!. Firmes. Esperando a que se la vuelva a tratar como se debe, verla brillando sobre el piso, de botín a botín, con rosca o a fondo, paseando por las redes y abarcando todo el campo, ahora bien, ¿qué les hizo ella para estar pasando este momento?". Nada, no se lo merece, en absoluto.

Te compadezco, se que si yo fuese vos estaría igual de triste, porque a nadie nos gusta que nos traten como un residuo. Peor aún, cuando en un pasado no tan pasado pudiste ser tan felíz, tan llena, con tu amigo criterio, inseparable.

Si sos solidario y te interesa la salud de ella, mandá "PASE" al 2020. Cada mensaje será un cálido pase "en cortada" para el que entre en diagonal. No te olvides de ella, tarde o temprano, todo vuelve.