jueves, 5 de noviembre de 2009

"ME ESTÁS SACANDO EL LABURO"

Así se despidió el "Chulo" Rivoira, con esa frase. Significativa, por cierto. Porque efectviamente la permanencia del técnico fué sellada por una acción inadmisible para un árbitro de primera división. Pablo Lunati "vió" falta sobre Rolando Zárate dentro del área albiceleste, pitó y más tarde Maximiliano Moralez convirtió el 2 a 1, a los 46 minutos del segundo tiempo, importándole muy poco lo sucedido anteriormente.
El árbitro es un ser humano al igual que cualquiera de nosotros con ningún problema visual ni auditivo, obviamente con estudios aprobados por la AFA. Características que también, pueden fallar, el "hombre de negro" no puede ver una mano, no puede oir cómo impacta una pierna sobre otra que le sirva como criterio para cobrar un foul, puede estar tapado, y así seguiríamos con mil ejemplos. Ahora bien, la cuestión, a mi criterio, está acá, ¿cómo reacciona un director técnico de un equipo humilde cuando un árbitro cobra algo que no es?. Osea, inventando, cobrando una cosa por otra, cobrando un gol que no es, o al revés. Es inobjetable que un tipo parado sobre una línea absolutamente todo un partido marque un offside que no es, por una diferencia de un metro.
Acá no ha pasado nada, el circo sigue, los monos también. Los bolsillos que se llenan a costa de espaldas quebrarse. Nadie hace nada y todos, a su vez, nos juntamos a tomar cerveza y a criticar a Taibi.
No dejemos que nos maten.

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